UN DIA POR AVILA


Ávila es una ciudad a la que vamos muy a menudo ya que se encuentra muy cerca del pueblo de Almudena; en Julio del año pasado, quedamos con unos amigos de Madrid para enseñarles esta preciosa ciudad; el tiempo para visitarla era escaso para poder recorrer todas sus calles y maravillosos rincones, así que nos decidimos por llevarles a conocer lo más típico del lugar. 

PLANO DE LA CIUDAD

El sábado llegamos a Ávila sobre las 10:30h de la mañana y aparcamos el coche en la carretera de la Ronda Vieja que es aparcamiento en zona verde, pero el precio no tiene nada que ver con Madrid. Aquí puedes dejar el coche durante 4 horas por 0.45€ o si prefieres 8 horas por algo más de 1€.

Nuestra intención era coger el primer tren turístico (Murallito) que salía a las 11:00 de la mañana de la parada que se encuentra enfrente de la Basílica de San Vicente. Por 4€ hacemos un recorrido de unos 45 minutos aproximadamente.




El trayecto que realiza esta trenecito está muy bien, ya que además de recorrer el interior de la muralla nos lleva a visitar sitios más alejados de la misma como el Monasterio de San Andrés, el Monasterio de la Encarnación (lugar donde Santa Teresa residió durante veintinueve años de su vida y tomó los hábitos), o el monumento de los cuatro postes, donde el tren realiza una parada en la cual los viajeros podemos bajar para hacer la foto de la vista más bonita que tiene Ávila y sus murallas.






Después de terminar el recorrido, nos bajamos del tren en el mismo lugar en el que lo cogimos y nos dirigimos a la plaza de Adolfo Suarez, donde justo a la izquierda después de atravesar la muralla por la puerta del Alcazar hay una caseta de madera donde poder sacar las entradas para dar una paseo por las murallas y contemplar la ciudad desde arriba. 
Información sobre el recorrido por la muralla PINCHA AQUI

Vista 1: Plaza de Adolfo Suarez
Situación de la Caseta de madera donde comprar
los tickets para subir a la muralla.
Vista 2: Plaza de Adolfo Suarez.
Detrás de la escultura del expresdente
está la caseta y al fondo uno de los verracos más
famosos del lugar.

El precio es de 5€ y se pueden realizar dos recorridos distintos: El primero de unos 300 mts comienza justo al lado de esta caseta de madera, subiendo las escaleras que hay al lado. Desde aquí podemos contemplar la Plaza de Santa Teresa, también conocida como el Mercado grande, con la catedral de San Pedro al fondo.



Contemplamos una de las fachadas de la Catedral


Volviendo sobre nuestros pasos, tenemos una nueva perspectiva de la plaza de Adolfo Suarez y continuando el camino, pasamos por encima del paseo del Rastro observando, ya en el exterior de las murallas, la Iglesia de Santiago. 


Fuente de la Plaza de Adolfo Suarez
Iglesia de Santiago
Desde aquí volvemos sobre nuestros paso para bajar de este tramo de murallas y dirigirnos al siguiente.

Antes de llegar al otro tramo, pasamos por la catedral, cuyo ábside situado en la parte de atrás y conocido como cimorro se encuentra incrustado en la muralla.




El cimorro de la Catedral, se puede ver
en el exterior de la muralla, al lado de la
puerta de Carnicerías
Ahora vamos a ver el segundo tramo de la muralla, para acceder a él hay que dirigirse a la Casa de las Carnicerías (también es oficina de turismo); al entrar podemos contemplar una gran maqueta de madera de toda la muralla (9,70 metros de ancho y 6 de largo), donde vienen indicados tanto los nombres de las 9 puertas que dan acceso a su interior, como el las calles cercanas. La muralla consta de 88 torreones y tiene un perímetro de 2516 metros.



La maqueta de madera
Este segundo recorrido es más largo que el anterior, unos 1.700 mts y desde aquí podemos ver, entre otras cosas, la basílica de San Vicente, el Monasterio de la Encarnación o el monumento de los cuatro postes.


Al fondo, la Catedral
La Basilica de San Vicente
Al fondo, el Monasterio de la Encarnación

El calor aprieta y decidimos no llegar al final del recorrido, descendemos de la muralla por el arco del Carmen



y nos dirigimos a la plaza del Mercado chico, una preciosa plaza porticada en la que se encuentra a un lado, el Ayuntamiento y al otro la Iglesia de San Juan. Bajo los soportales nos encontramos con varios restaurantes y bares en los que refrescarse con una buena cerveza y sobre todo con sus buenas tapas.




Salimos del mercado chico por la calle Comuneros de Castilla en la que hay muchos restaurantes típicos, en los que comer o simplemente ir de pinchos. Nuestra siguiente parada fue el mesón Gredos, un bar pequeñito con una gran variedad de pinchos todos buenísimos.

Para comer, nos decidimos por el Restaurante Tres Siglos, comimos el menú diario con una calidad-precio bastante buena. MENU AQUI

Ahora atravesamos la puerta del Alcazar para dar un paseo por la plaza de Santa Teresa y sus soportales, y poder contemplar de cerca la Iglesia de San Pedro. (En esta plaza se encuentra el Restaurante Barbacana, donde también se come o cena estupendamente).


Al lado de la puerta del Alcazar se encuentra la escultura de mármol blanco representa a Santa Teresa en situación de éxtasis. Fue inaugurada por el papa Juan Pablo II en 1982.


La puerta del Alcázar
Escultura de Santa Teresa


Para terminar nuestro paseo por las calles abulenses nos dirigimos al paseo del Rastro.




Vistas de la Ávila que hay fuera de las murallas,
desde el paseo del Rastro.
Pasamos al lado del Palacio Episcopal, atravesamos la puerta del mismo nombre que el paseo para callejear un poco por el interior de las murallas y así, dar por terminado este gran día!!!. 

Comentarios

  1. Ávila es una ciudad encantadora con una rica historia y cultura que se remonta a la época medieval.

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    1. Una ciudad preciosa que merece la pena recorrer sin prisa.

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